Estrés y selección


De todos es conocido que cierto grado de estrés es adecuado para mantener la atención y estar alerta en determinados momentos de nuestro trabajo.

Lo mismo ocurre con la entrevistas de selección. La realidad empírica es que se obtiene mejor y más completa información con un tono de cordialidad profesional que con ningún otro planteamiento. Ni entrevistas de tensión, ni poli bueno poli malo, ni “colegueo”, ni mucho mejor dar tono de “falso colegueo”…

Hace ya muchos años, un técnico junior comenzó a ponerse blanco en una entrevista. Le pregunté si necesitaba un receso o un vaso de agua. Pero me respondió que podíamos seguir. Finalmente en su empeño de mostrarse no afectado por el estrés termino dando respuestas incoherentes.

Por desgracia hay demasiadas situaciones similares en las que novatos y no tanto, sienten pasar por una “selectividad profesional” que juzga su trayectoria.