Grandes empresas pequeñas: la oficina de farmacia_




Como muchas personas es probable que pienses o tengas constatada la acumulación de roles que juegas en tu trabajo. No sólo los referidos a tus funciones y a tu puesto, también los que necesita tu equipo, tu cliente, tu jefe.  Por si fuera poco éstos se vuelven más complejos a nivel directivo.

Vamos a buscar un ejemplo del que quizá puedas obtener algunas conclusiones. No se trata de comparar, más bien es cuestión de darse cuenta de la evolución que sufren hoy día todos los puestos de trabajo y que por tanto que requieren desde nuevas habilidades hasta nuevas formas de pensar. 

Imagina un empresario privado que oferta un servicio público. Un empleador de cuatro personas. Es un graduado universitario con especialización y necesidad de contante reciclaje técnico, como también su equipo de trabajo. Es propietario, jefe, líder de su equipo, Tiene contacto diario con sus clientes a los que atiende personalmente cuando puede pero sabe que hacerlo bien pasa por   seleccionar y formar a las personas adecuadas para ofrecer un buen servicio. Por supuesto necesita regular su tesorería, liquidar sus impuestos y demás actividades de gestión.

Trabaja en un sector muy regulado por el Estado. En un alto porcentaje suelen ser empresas familiares. Debe afrontar los cambios de su mercado y en la medida de lo posible preverlos. Sus proveedores son unas de las mayores compañías multinacionales del mundo. Históricamente su profesión tuvo su origen en mezclar plantas y hoy debe pensar en términos de dirección estratégica. De todo ello nos habla Jaime Román: un acercamiento a la su historia de su profesión,  la gestión de la oficina de farmacia y por supuesto lo que en sus palabras denomina  "el logro de cada día que es el reconocimiento de las personas".

Con una capacidad de divulgación y análisis que te gustará, Jaime acaba por hablar de la risa y la tristeza que se vive en una farmacia, las emociones al fin y al cabo "que son el motor de cada día".

Algunas enseñanzas que resuenan después de escucharle:

1.- Convéncete de que eres el líder, el motor de lo que ocurre en tu negocio o negociado. 
2.- Cultiva el equipo. Si la mente de Alan Turing necesitó un equipo, tú también. 
3.- Está bien que todos piensen pero tú más. Y además decides.
4.- No te sobrecargues de roles: compártelos, abandona unos para incorporar otros. Eso es evolucionar.

Para escuchar el programa. 

1.- Puedes utilizar el reproductor del blog los programas recientes. (Ver listado de programas)
2.- Enlace para escuchar, descargar o incrustar en otras páginas. 
3.- En tu teléfono: puedes  hacerlo a través del enlace anterior o bien descargarte la Aplicación de Spreaker que es muy intuitiva y escuchar o descargar los programas de forma sencilla.