Flexiseguridad

Me temo que es uno de esos palabros de los que tendremos que oír demasiado en un futuro cercano.
Según nota de El País, “La idea es combinar más flexibilidad en los contratos y despidos para el empresario con más empleabilidad del trabajador, es decir, más formación y ayudas estatales para cambiar de empleo sin traumas.”
Dicho así no suena mal. Es más parece una opción centrada en la capacitación del trabajador por primera vez, más que en ayudas o beneficios para las organizaciones.
Hace unas semanas me invitaban a ofrecer una conferencia para jóvenes que se incorporarán al mercado laboral en breve. Su profesora que mostraba su preocupación por transmitir esta idea sin saber a ciencia cierta las ventajas que tendrá para sus alumnos.
Como siempre lo más susceptibles de ser afectados son las capas más débiles, los colaboradores menos formados y por tanto menos empleables. Los trabajadores más cualificados comienzan a vivir la realidad de un mercado con una alta tasa de paro en el que son muy valorados y hacen valer sus capacidades.

Por mucho plan de choque que se haga para apoyar a personas con menos empleabilidad el mercado no permite demasiadas alegrías a los cajeros, albañiles, jornaleros….

Delegación en la judicatura

Estos días España convulsiona con el caso de un pederasta que por un error judicial no cumplía una pena anterior mientras presuntamente asesinó a una niña.
Lo llamativo del asunto es que el juez que impulsó la pena declaró a los medios que la responsabilidad era de una funcionaria que estaba de baja por enfermedad.
Nuestro interés se centra en un problema que observamos en multitud de ocasiones en las organizaciones en las que intervenimos: la delegación.
Hay dos factores fundamentales que intervienen en este tipo de proceso
- La autoridad; en otras palabras la capacidad de decidir sobre ciertos aspectos o normas
- La responsabilidad; el sentimiento de ser responsable con lo que ocurra con cierta tarea, función o proyecto.

El error más habitual, como en el caso del juez, es el de delegar la responsabilidad u “olvidarse del tema” .La responsabilidad no se delega. Puede no ejecutarse una tarea pero los resultados finales siguen siendo atribuibles a su último responsable.

De esta forma como mucho podemos decir que la responsabilidad se comparte.
Pensamos entonces que no es posible presentarse ante un cliente o jefe argumentando que “la secretaria es un desastre, el jefe de obra demasiado tolerante…la funcionaria estaba de baja”. Es nuestra responsabilidad y también lo es su seguimiento y eventualmente los malos resultados que se puedan producir.

El otro error más habitual es no clarificar cual es la autoridad delegada para llevar a cabo cierta función o tarea. Es decir, que tipo de decisiones puede tomar el delegado para cumplir con sus objetivos.

Estos planteamientos son aplicables a todas las organizaciones más allá de su pertenencia al ámbito empresarial, en el cual siempre parece enmarcarse la gestión de RRHH.

La condición humana

…El Sol derritió las alas de Ícaro para recordarle su condición de humano… y nosotros nos preguntamos ¿Cuál es esa condición? ¿Qué cosas debemos asimilar a lo humano como invariables, como inherentes al hombre?

Nos quejamos a menudo de la ambición y corrupción política, pero mi quiosquero intenta timarme con las vueltas, creo que porque me nota mi acento diferente. ¿Qué hubiera sido de esa persona en caso de ser político?.
Hay personas que matan en defensa de tradiciones y territorio, y personas que disculpan a los que matan. Un tercio de las personas del mundo pasa hambre, dos tercios disculpamos la situación. 
En todas las empresas en las que estuve el sentimiento de equipo, de pertenencia siempre se alentaba en contra de otros: la central, las filiales, los de ventas, los clientes… ¿Pertenecemos porque nos sentimos diferentes a otros? ¿Para hacerles frente?.

Hay una frase de la sabiduría popular que dice: “Si quieres saber quien es Juanillo, dale un carguillo”. El contexto en que se usa suele ser despectivo pero en sentido estricto sería: para conocer a alguien ponle en situaciones en las que la persona tenga que decidir, que evaluar, que corregir… situaciones no controladas en las que aflore la verdadera personalidad fuera de la auto imagen que cada uno queremos proyectar.

El contexto por tanto puede influir tanto en los comportamientos humanos que actuando sobre él podemos impulsar la creación de héroes inesperados o de villanos maquiavélicos.
Para ayudarnos a reflexionar sobre ello, comentemos un experimento, que aun siendo polémico y atrevido hace pensar en ¿Cómo se comportaría uno mismo en situaciones extremas?


Experimento en la Prisión de la Universidad de Stanford