Bolonia, menudo Plan

Siguiendo a través de la prensa el asunto del Plan Bolonia es difícil hacerse una idea concreta: ¿Por qué resulta tan conflictivo?.
Dejando extremos del tipo “privatización de la universidad”, he recopilado las desventajas concretas de los pocos que aún manifestándose saben que inconvenientes reivindican:

1.- Requerirá dedicación completa: antes también. Distinto era que la asistencia en muchos casos no fuera obligatoria. Viví una reclamación de examen en la que una alumna pedía el aprobado ya que compatibilizaba sus estudios con dos trabajos. El profesor le respondió que igual no podía tener dos trabajos y además obtener un título universitario. Quien viva una situación similar siempre puede acudir a las universidades a distancia, incluso de forma virtual.

2.- Aumentará la carga de trabajo: los planes de estudios medían el peso de las asignaturas en créditos. 1 crédito equivalía a 10 horas presenciales. Como única evaluación un examen, en la mayor parte de los casos, y se terminó. De forma que si demostrabas conocimientos te certificaban las 10 habías estado escuchando al profesor. En otras palabras política de silla caliente.

Después lo alumnos llegábamos a las empresas y nos hablaban de conseguir resultados. El cambio cultural de la universidad a la empresa era a veces traumático.

Con el Plan Bolonia, los céditos ECTS - "European Credit Transfer System, certifican 25 horas de las que 10 son presenciales y 15 de dedicación del alumno en forma de estudio, casos, investigación…
Aunque no sabemos si después se evaluará, de esta manera se entrena a los alumnos en competencias como la búsqueda de información, la planificación, el trabajo en equipo etc.

3.- ¿Está preparado el profesorado? Pues como en toda organización de todo habrá. De hecho ya hace algún tiempo que algunos profesores han impulsado grandes iniciativas intentando llevar el “saber” universitario al “saber hacer” para el mundo.

En opinión de Javier Fernández Aguado, “en determinadas facultades valdría aquello que se afirmaba en la Unión Soviética: Ellos hacen como si nos pagaran, y nosotros hacemos como si trabajásemos. Y esto claro será un problema”. El profesor comienza a tomar el papel de un facilitador de aprendizaje del alumno facilitándole herramientas para su desarrollo.

4.- De centro del saber a fábrica de trabajadores: hace muchos años que el mercado del empleo se había producido un desajuste entre las competencias que fomentaba la universidad y las requeridas por el mercado laboral. El Plan Bolonia quiere reducir este desajuste y por este motivo se reforman metodologías, contenidos y orientación práctica, incluyendo acercamiento al mercado laboral en los últimos años.

Es cierto que no debieran de desaparecer disciplinas porque no tengan fácil inserción en el mercado laboral. El estudio de la historia o el desarrollo de pensamiento filosófico han de estar presentes en la universidad.
Pero también es cierto que desde un enfoque de desarrollo humano la diversidad debe capacitar a las personas para conseguir su sustento, enfocar su desarrollo profesional y fomentar el bienestar colectivo.


En medio de la gran tormenta económica, las empresas y en general la sociedad está tan ocupada que una reforma educativa que formará a los líderes del futuro está pasando desapercibida.

¿ Y los profesionales de los RRHH que piensan de todo este Plan?

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