Cómo demostrar que eres el jefe (también en la formación)


Vaya por delante la ironía, no sé si fina, con el que escribo este post después más de 15 años de experiencia como formador. Tiempo suficiente para haber conocido en las "aulas" a personas increíbles y también a personajes dignos de estudio.


No importa si fue en una empresa, en una ONG, un sindicato o una administración pública. Las siguiente "buenas prácticas" han sido recopiladas en todas estas organizaciones. Los comportamientos se repiten y no te será difícil aplicarlas a tú organización.

Consejos: 

1.- Recuerda que tienes una reputación que mantener y la formación es una ocasión de oro para ser el centro de atención de tu equipo durante horas. Si eres un jefe déspota ésta es tu ocasión para "apretar la clavijas" a cualquier persona y además en público. Así otros pueden escarmentar. 
Si se trata de fomentar el miedo, en los primeros minutos, con un comentario a tiempo puedes eliminar cualquier rastro de motivación que ese curso pudiera generar en tu equipo.

2.- Deja claro tu papel. Tú a vas observar y examinar la opiniones de tus colaboradores. No a participar. Podría ocurrir que te confundieran con "uno más del equipo".

3.- Llega mucho antes o bien algo después a la hora de comenzar y cuando lo hagas mete prisa para empezar. Así harás saber que tu autoridad es mayor que el horario acordado entre el formador y RRHH al organizar la sesión. 
También puedes pedir descansos antes o después de lo programado y llamar de nuevo al aula antes de que el formador lo solicite. Son pequeñas acciones pero efectivas.

4.- En cuanto al protocolo: siéntate al final de la sala. Así podrás controlar mejor a tus colaboradores. Una posición centrada en la mesa denota quién manda más. Sentarte próximo al formador podría interpretarse como si fueses un alumno interesado y sea de lo que sea el curso recuerda: Tú sabes más que lo demás

5.- No adviertas que silencien los móviles, así si alguno suena podrás mirar fijamente al angustiado propietario. ¿Y quién puede llamar la atención a los demás?: el jefe, que quede claro. Además puedes apoyar estas acciones hablando de cuando en cuando por el móvil o respondiendo correos. (un portátil o mejor una tableta sobre la mesa, es más ostentoso y se nota más). La idea es hacer ver que uno no puede estar desconectado de lo que pasa fuera de la formación. Que eres imprescindible y que la organización depende de ti. Por eso eres: El Jefe.

6.- Cuestiona algo en el contenido o termina abruptamente con un debate. Con los puntos anteriores debería se suficiente pero además siempre puedes llevar la contraria en algún tema para que deje clara tu autoridad frente a un externo. Eres jefe no sólo de tu equipo sino de todo el que pasa por tu empresa.
La opción B es cortar algún debate interesante entre los otros alumnos en vez de esperar a que lo haga el formador. Refuerza tu autoridad. Eso de liderar para quienes no saben mandar.

7.- Finalmente, el broche de oro. Haz un discurso, utilizando siempre más tiempo que los demás, en el que quede claro como tus ideas previas se refrendan por el contenido del curso. Podrás seguir haciendo lo de siempre y a la vez pidiendo cambios a los demás.

Básicamente estos consejos se resumirían en uno: "Haz lo que digo (que para eso soy el jefe) y no lo que hago (que por eso soy el jefe)".


Esperamos que te sea sencillo, con unos cambios aquí y allá, conseguir estos hábitos en reuniones, presentaciones, consejos, comités, convenciones etc


Construye tu marca, marca tu impronta.


Imagen: Foto Gratis

Cine: La Dama de Hierro

¿Joven o mayor? ¿Actriz o personaje?










Es cierto que al preguntar a las personas que la han visto la respuesta es unánime: la película es Meryl Streep. Y es cierto que la interpretación es para estudiar por la perfecta imitación del personaje. 


Al margen de polémicas político-económicas ¿Tiene algo para nosotros en relación al liderazgo?.


Si, sin duda. Y en absoluto tiene que ver con un supuesto liderazgo femenino, que no existe, sino con el estilo de liderazgo de esta mujer de origen humilde. Hija de tendero, para más señas, como se insiste varias veces en la cinta. En otras palabras será recordada, no por el subtitulo de "La primera mujer que gobernó Gran Bretaña" sino por su estilo de liderazgo "La Dama de Hierro". Un personaje para la historia compuesto a partir de algunas de estas características:

- Visión: marcada por un padre pastor metodista. La joven creció en los valores de la rectitud y el trabajo. Eso le llevó a enfrentamientos en su partido pero también a tener un visión que proponer para obtener el liderazgo del Partido Conservador británico.

- Comunicación: aún siendo desde joven un persona locuaz y con diplomacia suficiente para moverse un mundo de hombres, en el momento de asumir el liderazgo estudió su comunicación. Trabajó, como recoge la película, en hacer más grave la voz para trasmitir más autoridad.
También modificó su aspecto, su peinado, pero se mantuvo firme en la defensa de sus perlas. De esa forma casi metafórica se muestra una personalidad que se rodea de asesores pero tiene la suficiente autoconfianza como para ser ella misma en lo que cree que la define.

- Tenacidad:
se muestra la frialdad con que se acoge a esta mujer en una política que de círculos masculinos, la dificultad de conciliar su vida familiar y el coste que le supuso, o la pérdida de amigos y colaboradores. Y a pesar de todo...

- Autoridad formal: si hubiera que encasillar a Margaret Thacher en un estilo de liderazgo estaría entre el democrático, para alcanzar el poder (visión e impacto personal) y el autocrático una vez en el poder (manteniéndose firme en sus propias decisiones sin contar con sus equipos o humillando a sus integrantes si era necesario).

Yo diría que más luces que sombras en una biografía de liderazgo que siempre deja algo qué aprender. 

El momento cumbre de la película es el diálogo con un médico. Éste le pregunta que cómo se siente y ella responde airada. Enfadada por una especie de moda de interesarse por las emociones, cuando en su opinión, lo que importaba era lo que ella pensaba y no lo que sentía. En este sentido tampoco fue muy visionaria. 
Termina la escena recitando estas palabras que aunque en la película pudieran parece propias, son de Gandhi

Vigila tus pensamientos, porque se convierten en palabras.
Vigila tus palabras, porque se convierten en actos.
Vigila tus actos, porque se convierten en hábitos.
Vigila tus hábitos, porque se convierten en carácter.
Vigila tu carácter, porque se convierte en tu destino.

"Lo fundamental es lo esencial"



Cuando un cliente me espetó esta frase que decía un profesor suyo, recordé que era digna de la web frasesdeprofes.com


Van pasando las semanas y he vuelto a recordar la cita en varias ocasiones a la hora de encarar el 2012, los objetivos, los resultados, las expectativas y las proyecciones.


Y es que según la Ley de Pareto el 20% de nuestras acciones provocan el 80% de nuestros resultados. O al revés, que si elegimos mal podemos trabajar mucho (el 80%) para conseguir muy pocos resultados (el 20%) y después vienen los disgustos. 


Debemos tener en cuenta que estamos educados para ser "activos" más que "efectivos". Nos gusta cansarnos, mostrarnos estresados y claro, poder quejarnos de todo lo que hemos hecho y lo mucho que nos queda por hacer. No nos preocupan tanto los objetivos porque "yo no puedo hacer más". 


Sin embargo no se trata de trabajar más, se trata de trabajar mejor. No es cuestión de horas, es cuestión definir claramente qué acciones me llevarán a obtener mejores resultados. Buscando un ejemplo que sea accesible pensemos por ejemplo en el ámbito comercial: una persona tiene asignadas multitud de tareas del área como felicitar los cumpleaños de los clientes o comprar detalles navideños. Y que duda que son acciones relevantes para la relación a largo plazo con el cliente pero si nuestro objetivo es ampliar un 10% la cartera de clientes poco conseguiremos actuando así. 


Por lo tanto encarar un año 2012, difícil ya a priori en la psique colectiva, empieza por clarificar cuáles han de ser mis objetivos. Recuerda que cuando te resulta difícil decidir es porque en muchas ocasiones no tenemos las prioridades claras, nos falta criterio sobre qué es aquello que es más importante en términos de resultados.


En este sentido el papel de la dirección es fundamental. Si ésta tiende al procedimiento y a la burocracia los colaboradores seguirán esa corriente de actuación. Recordamos que según Parkinson, "todo tarea se extiende hasta ocupar todo el tiempo disponible para la misma".


Por el contrario de una dirección valiente que haga suyo el lema "lo primero es lo primero y lo segundo nunca llega" fomentará la toma de decisiones valientes a la hora de planificar actividades y centrará nuestros esfuerzos en lo importante.


Así que la próxima vez que tenga poco tiempo para una tarea o tenga que elegir entre varias me preguntaré ¿Es fundamental? 


¿Sabes cuáles son las acciones fundamentales para conseguir tus objetivos?


Imagen: promoción del disco del mismo nombre